Giambattista Valli Otoño-Invierno 2016/2017 #PFW
- Estefany Hernandez
- 5 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Una historia romaica ambientada al son del violín, sin estampados florales ni las coloridas alfombras con las que suele vestir el suelo. Se notaba que Giambattista Valli queria manifestar una historia diferente, con un show helado, hasta los encaje y las pieles. Enamoro a todos con esa fragilidad, esa ligereza, tomando como inspiración la película El arca rusa (2002). "Siempre me ha encantado esa película y pensé que ahora era el momento adecuado para dar al desfile una dimensión nueva y otro significado”, dijo Valli.
El show abrio con las notas del violín acompasadas con vestidos ligeros, largos y cortos, con cinturas altas y mangas abullonadas de gasa o toile hasta en los abrigos de verano o en los looks de piel rosa con cuentas de coral. La colección se tradujo en faldas espumosas, hombros generosos y faldas que crecieron cada vez más hasta dar lugar a vestidos ungulados. con botones de cristal, bordados y joyas de Buccellatti. A medio camino entre lo romántico y lo realista.
Valli pensó en todo para esta colección, siendo perfecta para todo tipo de estaciones "Nos cubrimos en invierno, pero otros clientes sólo tiene verano; así que está bien usar tanto seda como piel para la misma colección”, aclaró el diseñador. La colección se componía sobre todo de prendas de noche ligeras, lo que incluía vestidos drapeados en seda que caían asimétricos sobre el cuerpo. Al igual que los vestidos tipo hongo, demostraban un alto potencial de cara a un rango muy amplio de clientes, a sabiendas de que este diseñador crea una Alta Costura indiscutible y que además esta temporada a tomado un giro romántico interesante.







































































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